La gran renuncia
Miami — Aspen — Miami
En abril de 2021 se alcanzó la cifra récord de 4 millones de americanos dejando sus trabajos. El 2,7% de la masa laboral. Pero resulta que en septiembre de ese mismo año lo hicieron 4,4 millones. Alucinante.
Estamos viviendo lo que se ha denominado “la gran renuncia” y ha comenzado en los Estados Unidos pero es un efecto que comienza a verse en otros países en los que el mercado laboral es tan libre y dinámico. En la peor fase de la pandemia el paro en USA alcanzó el 15%, pero ya vamos por el 5,5% y de camino al 3,3% de antes de la pandemia (pleno empleo según nuestros amigos Keynesianos, que lo sitúan entre el 3 y 4%. Donde teóricamente el que quiere tener empleo podría hacerlo, ciencia ficción en España).
La pandemia ha movido el árbol y ha acelerado un proceso que en cualquier caso venía de camino.
Este fenómeno se viene dando en trabajadores de entre 30 y 45 años, en la mitad de su carrera profesional. Ya con ciertos ahorros e inversiones que les permiten perseguir oportunidades que otros colectivos no tienen tan claras en términos de riesgo/oportunidad.
Los porcentajes son superiores en los sectores tecnológico y salud. Tiene sentido porque son los dos nichos laborales más demandados durante la pandemia. El mercado ha dado una sacudida muy importante con ellos. La pandemia ha movido el árbol y ha acelerado un proceso que en cualquier caso venía de camino.
Las razones son variadas. Una posible explicación podría ser que muchos de estos trabajadores ya habían decidido dejar o cambiar sus puestos. Pero la pandemia les ha hecho ser más conservadores de lo que el mercado estaba acostumbrado, en parte por la incertidumbre de lo que podría ocurrir en el corto plazo. Una vez que la vacunación ha conseguido que la economía vaya poco a poco despegando (no tan poco a poco en este lado del planeta) y vuelva la confianza a todos los actores implicados, simplemente se ha disparado el tapón que acumulaba todos esos cambios.
Existe otra razón un poco más espiritual, pero que muchos de los lectores entenderán después de todo lo que hemos pasado estos últimos meses o años: muchos han descubierto, entre encierros y desgracias, lo que realmente importa (ya decía Confucio que todos tenemos dos vidas, y la segunda comienza cuando nos damos cuenta que sólo hay una). Desde pasar más tiempo con la familia, hacer lo que te gusta o acceder a nuevos modelos de relación laboral como los trabajos remotos (y usar herramientas como nubii.us).
Hay muchas personas que durante la pandemia descubrieron y se adaptaron a trabajar desde casa y no quieren regresar a la oficina. Obviamente esto sólo aplica a uno de los dos sectores que hemos nombrado, pero es una razón con mucho peso. En la guerra del talento, se convierte en una ventaja que las compañías que consigan dar esa posibilidad tendrá a la hora competir por los mejores.
Últimamente invierto mucho tiempo en estudiar el mercado de personas remotas. Me ha sorprendido descubrir que, tras la pandemia, el 15% de los estudiantes norteamericanos de “middle y high school” (que corresponde creo a la ESO española), estudian desde casa en lo que se denomina “homeschooling”. Es decir, son sus padres los que se responsabilizan de su formación y sólo realizan exámenes de nivel homologados. Esto en España no es posible.
El 70% de los trabajadores de Microsoft quieren tener la posibilidad de ser remotos y portales como LINKEDIN ya gestionan un 25% de aplicaciones laborales sólo para puestos remotos.
Pero el GRAN CAMBIO para muchos sectores será la posibilidad para empresas y trabajadores de acceder un mercado laboral GLOBAL. Esto ya está ocurriendo y se acelera. Cuando pare la música veremos quién se queda sin silla.
